Antes de hacer el programa pensaba que tenía TDAH porque me costaba concentrarme muchísimo. Empecé a estudiar por la noche porque todos los ruidos me molestaban y distraían. Me veía incapaz de retener ningún tipo de información. 

Empecé en Pontevedra par probar, me convenció que hubiese una persona con la que hablar y que me fuera diciendo si hacía algo bien.

Resulta que había diferentes formas de estudiar y se podía mejorar mucho, de hecho, en menos de un mes todo cambió mucho. Empecé a estudiar de día y tener hábitos normales de sueño y de comida. Y lo más importante es que acordaba perfectamente de lo que estudiaba, en los repasos cada vez tenía más cosas bien. Estoy segura de que tendré más oportunidades en la próxima convocatoria.